Estamos callados, ¿jo porqué?
-Pensaba... -murmuré, cogiéndole la mano y llevándomela a los labios.
-¿..en lo guapo y fascinante que soy? -enarqué una ceja, tratando de meter un dedo en su boca
-También... -dije entre risas-. Pero no solo es eso..
Se inclina sobre mi y pone sus manos a los lados de mi cabeza, para sostenerse.
Basta ese contacto, esta cercanía, para perder el control. A mi me basta con sentirla a ÉL.
-Entonces -susurré, sorprendiéndome de mi voz ronca-, ¿en qué mas?
Acarició mi espalda, jugueteando con los mechones de mi cabello que caían sobre su cara, bajando hasta mi trasero y apreté para sentir el leve movimiento desesperado de sus manos; para extasiarme en cada uno de sus latidos.
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